Parece que el concepto “si no estás en Internet, no existes” ha evolucionado en los últimos años adquiriendo un nuevo matiz más concreto: Si no trabajas con influencers digitales, no existes. Pocas son las marcas, sobre todo en el universo fashion y lifestyle, que no se plantean elaborar una estrategia digital utilizando estos embajadores como plataformas de amplificación.
Pero, ¿qué dirección toman este tipo de estrategias?, ¿qué se prima y qué se exige de la participación de una persona influyente en una campaña en concreto? Desde Yerba Buena Social Minds buscamos la sinergia perfecta entre el cliente, el influencer y el receptor del mensaje. Pero en este diálogo, que debe cuidarse con sumo mimo y cuidado, entran en juego importantes factores que debemos analizar.
Y tú, ¿de quién eres?
La extensión del universo influencers ha llegado a tal punto que ya es necesario dividirlo en categorías. Dependiendo del volumen de seguidores, el impacto de su engagement y el perfil de la audiencia (aunque no nos engañemos, en la mayoría de casos es el número de followers lo que se tiene en cuenta) podríamos dividir a estos “influenciadores” en cuatro subcategorías: mega influencers (más del millón de seguidores), macro influencers (de 500.000 al millón), micro influencers que están entre los 10K y los 50K, y los llamados nano influencers, la nueva categoría por explotar que cuenta con cifras que van desde los 1.000 hasta los 10.000 seguidores.
Un ecosistema digital cada vez más rico y lleno de posibilidades que, sin embargo, incurre en errores, repeticiones y clichés. Digamos que, analizando ese ecosistema, el resultado de acciones anteriores y la opinión de nuestros clientes, hay muchas cosas que pulir. Parece que la balanza comienza a posicionarse a favor de los micro y nano influencers que vuelven al origen de los blogs de antaño donde la cercanía, la espontaneidad y la confianza cambiaron el rumbo y la forma de comunicar las cosas.
Esta vuelta a la autenticidad requiere un estudio minucioso del perfil del influencer, su audiencia y los puntos en común con nuestra marca o campaña. El objetivo ahora es buscar comunidades más pequeñas pero con un público más fidelizado que aporte, por lo tanto, un engagement más alto.
La lupa para influencers
La artillería pesada entra en juego con las herramientas de gestión de influencers. Un puente entre las marcas y los perfiles más codiciados para promocionar productos o servicios que nos aporta la información necesaria para encontrar “El Perfil”. Oportunidades de negocio para blogueros, instagramers y demás, y llave del conocimiento para marcas que quieren acertar de lleno en la diana del impacto con sus acciones.
En plataformas como Binfluencer está la clave de tu éxito básicamente porque nada se deja al azar. Una medición exacta nos aporta datos sobre la influencia del perfil a contratar y las características de su audiencia, además de calcular el coste de su contratación en función de sus seguidores.
Pero si lo queremos es conocer el posicionamiento concreto de un influencer, contrastar su perfil con el resto del sector y contar con facilidades para contratar sus servicios, podremos valernos de ShowMB, un ranking de perfiles que registra su actividad en más de 53 países y proporciona una macro visión de un nicho en concreto.
La opinión del experto
Aunque no contamos la varita mágica del éxito, en Yerba Buena sabemos muy bien que el trabajo con influencers requiere del mimo que ponemos en todas nuestras demás parcelas. Un trabajo en equipo perfecto que comienza con la concesión de la confianza a los “influenciadores” que se encargarán de elevar la marca a través de la libre creación de sus contenidos, que continúa con un análisis concienzudo de sus publicaciones y termina con la sonrisa del cliente, y nuestro trabajo bien hecho. ¡Pronto te damos ejemplos!